Pertenecemos a ASDE – Scouts de España y a la Organización Mundial del Movimiento Scout, que conforma, en su totalidad, a más de 57 millones de scouts en todo el mundo.
Scouts de Extremadura es una organización educativa infantil y juvenil que contribuye a la educación de niños, niñas y jóvenes potenciando sus competencias personales y profesionales, y fomentando su compromiso para construir un mundo mejor.
El Movimiento Scout es una pieza fundamental en la educación igualitaria, en la lucha por el respeto a la diversidad, contra los discursos del odio, y por la igualdad real de oportunidades. Con más de 100 años de trayectoria, Scouts de Extremadura continúa día a día a disposición de las necesidades e intereses de la infancia y la juventud extremeña.
¿Sueñas con vivir grandes aventuras? Este es tu sitio.
Grupos adaptados a diferentes edades, desde los 6 hasta los 21 años.
Actividades cada semana, acampadas y campamentos durante el curso y en verano, proyectos sociales para ayudar tu entorno más cercano, pero también en cualquier rincón del planeta, participación juvenil e infantil, rutas y actividades de aventura, encuentros regionales y nacionales, y un sinfín de ocasiones para disfrutar de amistades, diversión y escultismo.
No lo dudes, encuentra tu grupo scout
¿Tú también quieres construir un mundo mejor? El voluntariado scout ofrece la oportunidad de estar al servicio de la sociedad a través de la construcción de una ciudadanía más justa, responsable y comprometida.
Nuestras actividades, enmarcadas en el ámbito de la Educación No Formal, garantizan una educación en valores, comprometida con el aprendizaje en cuatro vertientes: social, ambiental, para la salud y espiritual.
Encuentra el voluntariado que mejor se adapte a ti. Si eres mayor de edad y tienes ganas de cambiar el mundo, ¡sé Scout!
Una organización abierta, voluntaria, participativa, política y comprometida, independiente, plural, solidaria, diversa, feminista, sensible, ecológica, educativa, autocrítica y scout.
Situamos a la infancia y a la juventud en el centro de nuestras políticas y estrategias, persiguiendo la mejora de su calidad de vida y el cumplimiento de sus derechos.
¿Por qué aprendemos jugando? Porque el derecho al juego es algo muy serio, es jugando como se adquieren los primeros valores cívicos, esos que hoy permiten defender las democracias y la solidaridad en tiempos realmente críticos. Jugar y aprender jugando es la base del método scout, y su éxito, vivido en su propia infancia por el propio Baden Powell junto a sus hermanos, fue convertido después en una idea abierta a todas las clases sociales del mundo de principios del siglo XX, sin importar las identidades nacionales, las confesiones religiosas o las ideas políticas que respetaran el pluralismo.